Campaña de Desinversión en Sudáfrica

Sesión #1: Movimiento Anti-Apartheid en los Estados Unidos
Fecha: 26 de abril de 2021

Resumen del documento: «Actividades Anti-Apartheid en los Estados Unidos de América: A Rising Tide» (1977). Escritos y discursos de Rozell «Prexy» Nesbitt. Presentado ante el Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid el 12 de diciembre de 1977.

Presentador: Prexy Nesbitt, Becario Presidencial en Estudios sobre la Paz, Chapman College.

Soweto, Alexandra, Tembisa, Port Elizabeth. La Universidad de Fort Hare, la lucha de los estudiantes negros sudafricanos, el movimiento de concienciación negra, las detenciones masivas, la muerte de Steven Biko, el continuo boicot escolar de los niños, todos estos momentos de la resistencia continua del pueblo africano y sus aliados dentro de Sudáfrica han despertado chispas que ahora empiezan a encender la llama en Estados Unidos.

A finales de 1977, el movimiento para el desmantelamiento del apartheid en Sudáfrica estaba arraigado en la creciente solidaridad de la comunidad negra de Estados Unidos con la liberación en el sur de África. En las palabras de Paul Robeson: «La persona negra -y me refiero a las personas negras estadounidenses, así como a la gente antillana y africana- tiene un entendimiento directo y de primera mano, que la mayoría de la gente no tiene, sobre lo que es la explotación y la opresión imperialista. Para la persona Negra no se trata de un problema teórico lejano…» Diversas iniciativas para proporcionar apoyo político y financiero a la lucha por la libertad de Sudáfrica surgieron desde pequeñas organizaciones comunitarias, iglesias e instituciones religiosas, hasta formaciones nacionales como la NAACP y la Liga Urbana Nacional, incluyendo el Caucus Negro del Congreso.

El movimiento antiapartheid empleó algunas de las estrategias organizativas más creativas de la época para aislar al régimen del apartheid sudafricano. Para ello es fundamental una «estrategia de desinversión» que (a) e utiliza las acciones de los accionistas de las empresas que hacen negocios en Sudáfrica (por ejemplo, Texaco, Mobil, Ford, General Electric, Standard Oil, Union Carbide, Goodyear), (b) exige que las Universidades se desprendan de las inversiones y relaciones comerciales con cualquier empresa que invierta en Sudáfrica (por ejemplo Columbia, Oberlin, la Universidad de Massachusetts, la Universidad de Oregón, el Antioch College, la Universidad de Wisconsin), (c) coordina que se retiren de forma masiva las cuentas bancarias de los clientes (incluidos los sindicatos y las universidades) con cuentas en instituciones financieras que realizan negocios en Sudáfrica, y (d) boicotea los eventos deportivos de gran renombre, como la Copa Davis y los partidos de exhibición con el equipo de rugby de Sudáfrica. «Esperamos que los cientos de millones de dólares de los depósitos de las iglesias, cuentas de fideicomisos, fondos de pensiones, etc. se utilicen para ejercer presión sobre los bancos.» A finales de 1977, las campañas bancarias estaban en marcha en Rochester, Boston, Chicago, San Francisco, Filadelfia, Cleveland, Nueva York, y comenzando en Milwaukee, Madison y Minneapolis. Se han retirado un mínimo de entre 30 y 35 millones de dólares que se pueden ligar a esas campañas.

La participación de los sindicatos en las campañas de desinversión es notoria. Los sindicatos locales y sus federaciones disponen de importantes cuentas bancarias y fueron un blanco explícito de la campaña. Por eso cuando el 24 de junio de 1977, el Joint Furriers Council retiró una nómina de 8 millones de dólares al año y un fondo de pensiones de 16 millones de dólares de Manufacturers Hanover Trust, marcó un punto de inflexión en la campaña. Las tácticas laborales se extendieron a las acciones de solidaridad en el puerto cuando el ILWU resolvió «detener toda manipulación de mercancías hacia o desde África del Sur y Rhodesia» en su convención de 1977.

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